Olvidaste tu nombre, como tus marcas y las presas en la mesa. No se puede Dejar de lado los desgarros y el abandono de las víctimas cuando el tiempo mismo los recuerda.
Poética del movimiento. Creado para compartir las vivencias.
Etiquetas: Resonancias/ Ocurrencias
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Anónimo dijo...
Sin olvidos es seguro que tragaríamos entera cada profecía, no ahuyentaríamos espantos y menos aun permitiríamos a nuestros reptiles caminar por el sendero del sudor. Sin olvidos el mar como los sueños, la cima como abismos, cercano como muerto. Sin esta necesidad de reconstruir tu imagen en la mente con cada nuevo encuentro, no tendría sentido este acecho
8 de octubre de 2009, 0:12