Agua, tierra, alcohol y una noche confundida en otro amanecer. Pareciera que la perfección del grito se amañara en la posesión de una rutina. Despojos, hambre de un contacto. Miserables los juicios que se rifan , se otorgan en las brumas de un condoliente y amargo saludo a lo lejos. Detonar? es la idea que puede sugerir la desesperación, uno a uno los elementos se desintegran, desilusión al tiempo, amargo el trago del verso. No hay gracia en el abismo, sólo hay manojos de palabras fastidiosamente salvadoras. No hay remedio, lo diré cuantas veces sea posible , el caníbal está cerca de la pasión. Me agrada su presa en la mano.
Etiquetas: Resonancias/ Ocurrencias
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio