Jattin me acompaña, está al lado de mi cama, me gusta cada trozo de su respiración expuesta en su ebria sonata de un poema. Pienso un poco en su celeste caribe y sus amenazas risueñas, de loco metafísico. Manosea todo lo vivo en la fantasía de pieles desechas de plumas y grandes pelajes.
Sus ritmos son tan cómplices de un romance, del placer que me inspiran los horizontales vínculos de un hombre . Las posibles combinaciones de sus frases me recuerdan encuentros con el océano de los atrevimientos, la delicadeza de una sombra hecha cuerpo en mis sabanas y ese bostezo a las señoras que crían gallinas.
En las noches de Insomnio.
Etiquetas: Diario
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Anónimo dijo...
Jattin es un gran compañero de vida, viajes e inspiración.
26 de enero de 2009, 15:15
guzsergi dijo...
Insisto: escribes raro y me gusta. A veces pienso que mezclas las frases, ya que parecen no terminar al virar el contenido en la misma línea. Otras pienso que me atrevería a decirte “cambia esto” –como virginiano que soy- pero descubro que sería un sacrilegio. Ah… Jattin puede aburrirme vos no.
6 de febrero de 2009, 16:41